Tigres de Arena
“¡Hasta pronto, maestro Tovar y de Teresa!”
12 de diciembre del 2016
La mañana del pasado sábado se recibió con la triste noticia del fallecimiento de uno de los personajes más importantes de la vida cultural de México, el licenciado Rafael Tovar y de Teresa, insigne diplomático y servidor público que ubicó a la ahora Secretaría de Cultura en niveles de excelencia y de ejemplaridad.
En la vida política de un país se recuerdan a los presidentes o los grandes secretarios de Estado, estas personas suelen ascender a una especie de Elíseo derivado de los grandes aciertos y decisiones que tomaron mientras ejercieron el poder público. Si bien en México la mayoría de los reflectores están encima del Presidente de la República o el Secretario de Gobernación, en tiempos modernos el desarrollo del fenómeno cultural en cuanto política pública ha tomado gran relevancia e importancia para la población. En este contexto, la obra de Rafael Tovar y de Teresa como hombre de instituciones representa un antes y un después en la vida de nuestra nación ya que materializó ideas de gran envergadura y que hoy son estandartes de la difusión cultural mexicana hacia el exterior.
Gracias a Rafael Tovar y de Teresa y su visión se consiguió institucionalizar y estructurar a los diversos gremios artísticos, así como establecer una prospección y directriz para encauzar el desarrollo cultural de nuestro país. Este ilustre personaje pudo concebir un programa político-cultural que terminó por atender las necesidades más apremiantes de un sector que históricamente había vivido al margen del Estado.
Su carrera será irreplicable y se mantendrá como un arquetipo para quienes decidan enfocar sus esfuerzos en promover y fomentar las artes. Ahora que el fenómeno cultural se ha elevado a política de estado, los entes que aspiren a ocupar cargos en instancias culturales públicas tienen en la figura que deja Rafael Tovar y de Teresa un extraordinario modelo y ejemplo de vocación y devoción por la cultura mexicana.
No queda más que honrar la memoria del licenciado Tovar y de Teresa procurando mantener vivos sus ideales; la vida cultural de nuestro país estará siempre ligada a su nombre –para bien–, que su intelecto y su luz sigan guiando a los mexicanos que han consagrado sus vidas a la cultura y las artes.