Anacronismo, Terrorismo y Golpismo

Los Tigres de Arena
18 de julio del 2016
“Anacronismo, terrorismo y golpismo”

“Todo esto lo menciono porque no me imagino a los activistas cibernéticos ni a los vándalos revolucionarios haciéndole frente a vehículos militares o arrojándose a la línea de fuego por preservar el pacto social y la vida institucional.”

Al momento de redactar estas líneas (viernes), los habitantes de Turquía emprenden acciones pacíficas y arriesgadas con la intención de frenar el intento de golpe de Estado que en estos momentos está desarrollando el Ejército Turco en contra del gobierno de Recep Tayyip Erdogan, saliendo a las calles y postrándose en contra de los vehículos y tanques turcos que buscan posesionarse de Estambul y Ankara.
Asimismo, de manera casi paralela y por un día de diferencia, Francia sufrió un nuevo ataque terrorista, en lo que se configura como un ascenso y provocación a Occidente en general autoría del funesto ISIS.
Sendos eventos que se ven hermanados por el desequilibrio, el deseo de Poder y la destrucción de las formas democráticas de Gobierno, hoy hacen voltear la mirada a los habitantes de México en aquella dirección, para cotejar su lectura de la realidad con escenarios que retratan una verdadera lucha contra “el mal” y la ambición por el Poder. No puedo dejar de comparar el contexto social mexicano con el internacional puesto que si bien se ha de respetar la perpetua indignación de algunos sectores de la población para con el sistema político imperante, en México se está aún muy lejos de llegar a estos estadios donde el fanatismo y la demagogia buscan arrasar y hacer retroceder las formas civilizadas de vivir a costa de cientos de inocentes. Con una ausencia de la noción de lo temporal, el indignado e inconforme promedio se basa en eventos inconexos para justificar el actuar de la masa supuestamente crítica que ruega sea a través de una revolución que nuestro país regrese a vivir épocas doradas de “ejemplaridad” mundial y reconocimiento.
Tristemente, hoy la juventud mexicana cree tomar postura al imitar movimientos políticos cuyos motivos se encuentran muy alejados de aquéllos que originan los “nuestros”, parangonando ingenuamente al fascismo, nazismo y totalitarismo con los conflictos que el mismo sistema se ha creado. Hay una gran distancia entre la Primavera Árabe o la defensa que realiza el pueblo turco en estos momentos y los penosos intentos por inscribir en la Historia el grisáceo paso por esta época que hasta ahora ha tenido la esperanzadora generación del milenio.
Todo lo anterior lo menciono porque no me imagino a los activistas cibernéticos ni a los vándalos revolucionarios haciéndole frente a vehículos militares o arrojándose a la línea de fuego por preservar el pacto social y la vida institucional. Por más que hay centenares de pillos clamando por un conflicto civil y la disidencia, estas minorías afortunadamente permanecen disueltas y aisladas, fracasando en provocar un conflicto armado a la usanza de las células que en los años sesenta confrontaban a la autoridad. Me parece que este comportamiento anacrónico que despliegan los grupos que durante los últimos sexenios han exigido renuncias a los miembros de los Poderes de la Unión ha de corregirse o desaparecer, ya que los cambios en las sociedades donde se modificaron en los últimos años las estructuras y el ejercicio del Poder provinieron de sectores formados y de manera pacífica. De hecho, algo que me pareció irónico en el marco de lo que se desenvuelve ahora en Turquía, es que uno de los altos funcionarios del gobierno turco ha declarado a la prensa internacional que su país no es uno de África o América Latina como para permitir un retroceso por causa de un golpe de Estado. De nuevo, las revoluciones desde la trastornada visión marxista no son más vías para alcanzar fines políticos.
En fin, el episodio que el mundo atestiguó este fin de semana en Estambul y Ankara nos deja una gran lección y ejemplo; aún el hombre es capaz de defenderse “a” y “de” sí mismo sin gastar un sólo tiro, esperemos que este extraordinario hito alumbre lo suficiente a los pocos que aún creen que no es momento de rendirnos ante el odio y la desolación.

@eisenbismarck