Los Tigres de Arena
“Talento y Portento”
02 de mayo de 2016
“El talento y la disciplina son cualidades de todas las horas que burlan el juicio de la medianía y su vinculación a la patria, la moral y el merecimiento.”
Siguiendo con las variaciones a los sucesos relevantes que percibo semana a semana, en esta ocasión dedico algunas líneas a una idea que ya ha manifestado anteriormente Javier Marías respecto del talento. Parafraseándolo, Marías recuerda a sus lectores y detractores que el talento jamás ha sido proporcional ni por sexo ni por raza ni por países ni por lenguas. Este fin de semana, confirmé esta idea —con la cual comulgo— al ver triunfar al moreliano Daniel Olmos Vega, invitado por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, en lo que fue una apoteósica y memorable interpretación del “Concierto del Sur” de Manuel M. Ponce. Mientras Daniel ejecutaba esta emblemática pieza, yo pensaba en la historia personal y cúmulo de coincidencias que permitieron tanto al solista como a su público experimentar la Belleza durante aproximadamente media hora. “¿Quién es ese muchacho?, “Nunca había escuchado ese nombre”, “A ver de qué está hecho”, “¿Moreliano? Está medio lejos de su casa, ¿no?”; entre muchas otras frases análogas cruzaron por la cabeza de más de alguno, sin embargo Daniel —a quien estimo y tengo el gusto de conocer— superó las expectativas del público capitalino que se dio cita en la Sala Revueltas del Centro Cultural Ollin Yolliztli, inclusive personalmente el Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martin, presenció y reconoció las virtudes del joven guitarrista.
Ahora, regresando a la noción del cúmulo de coincidencias y la circunstancia personal, según mi juicio, lo único que pudo ser coyuntural o casual, fue el fugaz anonimato del que “gozó” Daniel segundos antes de tocar los primeros acordes del concierto. Lo demás que percibí no fue más que el resultado de una vocación, una devoción y el empeño de un auténtico profesional. Daniel enalteció y modificó las concepciones populares que se tienen hoy día acerca de los habitantes de Morelia y de Michoacán; yo me siento orgulloso de compartir el rasgo de venir de la misma ciudad que él, no obstante sepamos todos que el éxito obtenido proviene únicamente de su esfuerzo y lucha personal.
Daniel Olmos Vega este fin de semana ha marcado la línea que muchos jóvenes de su generación deberían de seguir; triunfó fuera de su pueblo y hoy ha subido un peldaño más en la escalera de la brillantez y la perpetuidad. Al celebrar a nuestros semejantes y nuestros contemporáneos nos celebramos a nosotros mismos, y esto por consecuencia nos hace crecer a todos como colectivo. Este efecto sólo lo logra de manera genuina la “correcta” apreciación del desarrollo del fenómeno cultural y este sábado en el sur de la Ciudad de México quienes atestiguaron este concierto lo vivieron dichosamente. Enhorabuena por el genial guitarrista moreliano y lo que nos regaló este fin de semana.